La mayor goleada en un Mundial en toda la historia

Corría el año 1982, España era el anfitrión de la gran cita futbolística y El Salvador acudía por primera vez a un campeonato del mundo, pero no fue el debut soñado ya que acabó recibiendo un saco de goles contra la selección de Hungría. El partido terminó con un resultado de 10-1 para los europeos y las consecuencias no se hicieron esperar. A día de hoy, ese resultado está registrado como la mayor goleada en un Mundial de fútbol en toda la historia. El partido se disputó el 15 de Junio del año 1982 en el estadio Manuel Martínez Valero de Elche.

El portero centroamericano, el joven Guevara Mora de tan solo 17 años sufrió un intento de asesinato (su coche recibió más de 20 impactos de bala), mientras que otros futbolistas fueron expulsados de sus clubes de procedencia por tal afrenta. ¿Cuál es la verdad que se oculta detrás de todo esto? Vamos a descubrirla a continuación.

Crónica de una goleada anunciada

A su primera cita mundialista los salvadoreños llegaron de la peor forma posible, con un viaje totalmente desorganizado con 5 escalas en el que se quedaron fuera dos jugadores para hacer sitio a los directivos de la federación. Entrenaban cuando podían entre tiroteos y toques de queda y en definitiva, no estaban preparados para un evento de tales circunstancias.

hungria 10-1 el salvadorEl periodista Gustavo Flores escribió “Los 10 tantos que recibimos fueron un desenlace muy previsible ya que nuestros dirigentes se habían olvidado de los futbolistas, esos mismos que habían conseguido clasificarse por méritos propios”. Y es que el equipo salvadoreño saltó a la cancha con la intención de jugarle de tú a tú a Hungría, que pese a no estar en su mejor momento era muy superior en calidad y en juego colectivo. Los europeos establecieron la mayor goleada en un Mundial, una cifra que nadie les ha podido quitar en décadas.

El Pelé salvadoreño

A Luis Baltazar Ramírez Zapata le apodaban el Pelé y era la máxima figura del combinado americano. En el Salvador se vivían tiempos difíciles y de hecho el país estaba sumido en una cruenta guerra civil, por lo que el fútbol era la única forma de escapar de ese horror.

Pese a todo Zapata consiguió el gol del honor y hoy en día sigue siendo motivo de orgullo para sus compatriotas, como podemos descubrir en el documental realizado por Gerardo Muyshondt y Carlos Moreno que se titula “La historia de un gol”.

Mágico González

Curiosamente, en aquel equipo también jugaba un crack al que llegaron a comparar con el mismísimo Maradona: se trataba de Jorge Alberto González Barillas, apodado el Mágico. En el 82 este futbolista ya estaba en la agenda de clubes europeos como el Barcelona, aunque después de su dispar actuación en el mundial acabó fichando por el Cádiz. Efectivamente, estamos hablando de Mágico González, genio y figura de este deporte, que pese a tener una enorme calidad, su peculiar carácter le impidió llegar a nada más.

“Admito que no soy un santo, me encanta la noche y las ganas de juerga no me las va a quitar ni mi madre. Soy un irresponsable y mal profesional, posiblemente esté desaprovechando la mejor oportunidad de mi vida. Soy consciente de ello, pero tengo una cosa en la cabeza: no me gusta considerar el fútbol como un trabajo y el día que lo haga dejaré de ser yo. Solo juego para divertirme”.

Debut con goleada

Fue la primera participación de los centroamericanos en una Copa del Mundo y por el momento la única. Los goles de Hungría llegaron como un relámpago y dejaron otros records para el recuerdo, como el logrado por Laszlo Kiss, que consiguió un han trick en tan solo 8 minutos. Los 7 tantos restantes fueron marcados por Gabor Poloskei, Jozsef Toth y Lazar Szentes, mientras que Tibor Nyilasi y Laszlo Fazekas golearon por partida doble. El gol de El Salvador fue, como vimos, obra de Zapata en el minuto 64.

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No obstante y pese al abultado resultado El Salvador consiguió rehacerse y terminar el mundial con una derrota honrosa ante la Argentina de Maradona por 2-0 y un empate ante Bélgica. Resultados que no tuvieron nada que ver con el 10-1 ante Hungría, hasta la fecha la mayor goleada en un Mundial.

La triste vuelta

A su regreso los jugadores vivieron un enorme rechazo por parte de la afición y también de los estamentos deportivos. Fueron acusados prácticamente de traidores a la patria y sufrieron las consecuencias de los más violentos.

Pero quedémonos con las amables palabras de Guevara Mora, el joven arquero que estuvo a punto de ser asesinado: “Solo me acuerdo de las cosas buenas, clasificarnos para el Mundial fue una alegría para todo el país, una isla en la que evadirse de todo el conflicto. Estoy orgulloso de lo vivido con La Selecta”.