El defensa blanco Alvaro Arbeloa se prepara para jugar su último partido en el Santiago Bernabéu, ya que dejará el Real Madrid una vez acabe la temporada. El partido contra el Valencia será el último que el internacional español dispute como local.

El defensa blanco destaca el hecho de que jugar en el Real Madrid es un privilegio que muchos jugadores en el mundo no pueden tener. Para Arbeloa, cada día ir a entrenar a Valdebebas era un motivo de satisfacción, una fuente de felicidad y una ambición para poder seguir ganando títulos con el equipo blanco.

«Si soy honesto no quería pensar sobre ello. El día especial ha llegado»

«Es triste y melancólico que vayas a dejar lo mejor de tu vida, sé que dónde sea que vaya no encontraré la felicidad que he tenido aquí, pero es un día que tiene que llegar»

«Lo primero que quiero es ganar el partido y luego ir al centro del campo para despedirme del público y decirles adiós, eso me hará muy feliz»

«No estoy preparado para llorar y espero no hacerlo, pero si lloro será de felicidad»

«Soy una persona que siempre esconde sus emociones, así que veremos a ver ésta vez»

«Será un momento de muchas emociones y será difícil ocultarlas»

Alvaro Arbeloa no olvida a ninguno de los entrenadores que le han mostrado su apoyo y también destaca el poder haber compartido vestuario con los mejores jugadores de clase mundial, lo que le ha hecho codearse con ellos y mejorar día a día.

Famosos han sido sus roces con jugadores del Barcelona como Piqué, dónde el madridista nunca se ha arrugado a la hora de defender los colores de su equipo, siempre ha expresado expresar su opinión más sincera.

Alvaro Arbeloa, un símbolo madridista

Sin duda, se trata de uno de los jugadores que más aprecia el madridismo, por estar siempre defendiendo al equipo en cualquier momento, un jugador que no se arruga y que ha dado la cara por el club de sus amores, tanto en los buenos como en los malos momentos. Una trayectoria de 7 años que será recordada como una de las mejores etapas de su vida. Un canterano que tuvo que tuvo que salir de su club a una temprana edad, para poder ser valorado y regresar como un jugador ya hecho.