El árbitro encargado de pitar el partido de vuelta de los cuartos de final de Champions, entre Atlético Madrid y Barcelona, Nicola Rizzoli, ha reconocido que se equivocó en la polémica decisión de no pitar penalti en la mano de Gabi, lo que hubiera supuesto para el F.C Barcelona lanzar una pena máxima que le hubiera permitido disputar la prórroga.
En el minuto 93, Gabi golpeaba claramente el balón con la mano dentro del área, y el árbitro italiano consideró que ésta era fuera del área, por lo que señaló simplemente falta directa. Rizzoli ha declarado en una entrevista para Radio Anch´io Sport que si hubiera tenido la ayuda de la tecnología, podría haber tomado la decisión correcta, cosa que finalmente no ocurrió.
«El pie del defensor (Gabi) se encontraba fuera del área y eso fue lo que me despistó»
«Con la ayuda de la tecnología, el error nunca hubiera ocurrido»
«Hice un buen trabajo hasta el minuto 93. Tuvimos una actuación positiva hasta ese momento, sólo esa acción se puede considerar negativa»
https://youtu.be/LO_chpxGQLM
El Atlético pasó finalmente la eliminatoria y en el día de ayer lograba vencer por 1-0 al Bayern Munich en la ida de las semifinales, por lo que consigue un buen resultado de cara al partido de vuelta que tendrá que disputar en el Allianz Arena.
Rizzoli, un árbitro contrastrado
El árbitro de 44 años está considerado uno de los mejores colegiados del mundo. El italiano ha pitado grandes citas a lo largo de su carrera, como ha sido una final de Europa League, otra de Champions League y la más reciente del Mundial 2014, dónde también hubo polémica entorno a una decisión tomada con Higuaín como protagonista. Sin duda se trata de uno de los árbitros con mejor cartel en el panorama mundial, pero que en ocasiones no está a la altura de su nombre.